Un año más, el invierno ha llegado y cada vez la comunidad motera se va animando más a rodar a bajas temperaturas. Desde Monky Cars –Bikes– queremos ofreceros una serie de tips para afrontar la bajada del mercurio a temperaturas de una sola cifra, bien si este año tu cartera no da para más o bien si has sido despistado y necesitas una solución rápida de última hora.
El papel de periódico y los guantes de gasolinera
Estos trucos oldschool te pueden salvar de quedarte pajarito y los tienes en cualquier estación de servicio. Si tu equipación te ha fallado esta vez y sientes frio en el pecho, cómprate el diario que menos te guste y pon varias capas bajo la chaqueta. Más antiguo que el sol, cualquier abuelo motero te dará su aprobación.
Igualmente, el papel higiénico puede hacer que lleves la garganta más calentita. Damos por hecho que no has salido de casa sin braga polar, así es que pide la llave del WC y envuélvete el cuello con papel higiénico. Bajo la braga, ahora tendrás unas capas aislantes.
El último recurso que encontraras en la gasolinera son los guantes transparentes. Lo más normal es que no te quepan por encima de tus propios guantes, pero sería lo suyo. Esto es porque por debajo pueden quitarte aire, pero con los kilómetros tus manos te empezarán a sudar y pueden hasta arrugarse. Además, bajo la lluvia, tus propios guantes que llevas por encima pueden chorrear y al final el agua te acaba llegando al antebrazo (experiencia propia). Los ideales son los guantes elásticos, como los de nitrilo, y por fuera de tu guante. Te protegerán del viento, de la pérdida de calor y de la lluvia.
Tips por menos de 10 euros
Siguiendo con el tema de los guantes, puedes probar a usar sotoguantes debajo de los tuyos como forro. Unos guantes de corredor de tejido suave como el algodón pueden protegerte algo (a mi no me funcionan, pero son muchos los que alaban esta solución) y los tienes desde tres euros. Recuerda que la talla de tu guante de invierno debe hacer que tus dedos no lleguen al final, para tener algo de aire haciendo de cámara dentro. Y también ten en cuenta que después de usar alguna de estas soluciones debes poder conducir con normalidad, sin que te aprieten las manos o te resbale el puño.
El combo térmica y chubasquero
Dentro del mundo de la ropa térmica he llegado a la conclusión de que cada cuerpo es un mundo y que para gustos los colores. Personalmente, hace un año descubrí unas camisetas térmicas del Decathlon por cuatro euros, y no he vuelto a usar otra cosa. Si hace mucho frío, me planto dos incluso. Todo esto lo combino con otra capa de forro polar y un chubasquero de ocho euros de la misma tienda tal que si no llueve va por dentro de la chaqueta y, si llueve, por fuera. Entre el calor que dan las capas térmicas y el efecto invernadero que provoca el chubasquero, no paso ni pizca de frío. Y lo mismo se puede aplicar al tren inferior de nuestro cuerpo.
Prendas calefactables
Hoy en día existen en el mercado prendas calefactables que funcionan con una batería externa por menos de veinte euros (Aliexpress) y por menos de 30 (Amazon). Es el caso de los chalecos, calcetines, plantillas para zapatos…
También tenemos la versión Do It Yourself por diez euros, donde podemos hacerlo en una chaqueta con mangas. Necesitamos cualquier powerbank que tengamos por casa, unas almohadillas térmicas (menos de diez euros) e hilo y aguja.
En casos de emergencia
Si vas a hacer un viaje largo y no quieres meter ceder mucho espacio a los «por si acaso» en tus alforjas, te recomiendo que lleves un paquete de parches de calor. Valen unos seis euros y te pueden sacar de un apuro. Sin embargo, he de decir que lo de las 5/6 horas de duración que refleja el fabricante en el paquete es puro marketing.
Por último, si no has pensado en nada y ves que no aguantas más, cambia tu ruta si es posible. Algo tan tonto como escoger aquella con más túneles. Solemos ir a menor velocidad por imposición en los túneles, y la diferencia de temperatura es considerable. Así es que podemos recuperar algo del calor perdido.
Espero que estos trucos sean útiles. Si bien muchas veces es cuestión de usar el sentido común e ir preparado, podemos tener algún olvido o por otro lado tener un presupuesto bajo y aun así ser capaces de pasarlo un poco mejor en invierno en nuestras motos. Aunque ya sabemos que sarna con gusto no pica, ¿verdad? Estos locos moteros…
Agradecimientos: Elsa González Suárez (@elsa_adv), por cedernos la foto principal del artículo.