Peugeot ha rememorado la clásica versión S55 de hace más de 50 años con el Django 125 ABS, un scooter que mezcla la estética retro con la tecnología actual del mercado.
El Django es un scooter ágil, elegante, cómodo y suave pensado para circular por la ciudad de una forma vistosa y elegante. El precio de partida de mi unidad de pruebas, con el acabado Evasion, es de 3.199 euros. Además, hasta el 31 de enero de 2019 hay una oferta que incluye un año de seguro a terceros.
Un scooter que entra por los ojos
– ¿Esta semana tienes de prueba una Vespa? Qué bonita es – me dicen cuando la ven.
– Mira el frontal – les contesto.
– No puede ser. ¿Es de Peugeot? Qué bonita. ¿Pero Peugeot hace motos?
Esta conversación la he tenido en varias ocasiones durante la prueba. Incluso yo mismo reconozco que hasta que no supe sobre esta moto y la vi en vivo no me imaginaba que me iba a gustar tanto el diseño. La realidad es que entra por los ojos, por lo menos en mi caso.
Si ya de por sí me gustaba ir en 600 por la sierra hace años y rodar en un clásico, creo que era inevitable que me gustase esta moto, y más todavía con el color blanco de las llantas (foto abajo).
Creada para la ciudad
El Django 125 ABS es muy cómodo para la ciudad. El motor de 10,2 CV a 8.500 rpm con refrigeración por aire va muy fino, el sonido del escape es contenido y agradable, y la entrega de potencia es muy lineal. Quizás me quedo con su comportamiento a medio régimen más que en bajas revoluciones.
Con un depósito lleno (8,5 litros) me dio para recorrer aproximadamente 250 km (la mayoría hechos en ciudad), lo que se acerca al consumo homologado de 2,9 litros.
Es muy fácil de llevar y muy ligera (pesa 139 kg en orden de marcha) lo que facilita su subida al caballete y los cambios de dirección en ciudad así como el movimiento desde parado.
Es muy práctica para ir maniobrando entre los coches. Los retrovisores están a una altura suficiente como para no chocar con la mayoría de los espejos de los coches excepto furgonetas y todoterrenos.
No obstante, aunque su comportamiento es muy agradable, la marca francesa tiene que mejorar las suspensiones. Resultan demasiado blandas y con poco recorrido, hasta tal punto que en más de una ocasión y con frenadas no muy bruscas el guardabarros de la rueda delantera chocó contra la carrocería. Fu una sensación desagradable cuando ocurrió y me restó confianza para frenar fuerte. De hecho no pude probar bien la respuesta del ABS por este motivo.
En carretera, lo justo
Si bien he dicho que es una moto para ir por ciudad, en la carretera notamos sus limitaciones –muy diferente a la Yamaha NMAX que probé-. En llano conseguí alcanzar bien los 105 km/h, pero a partir de ahí ya cuesta conseguir más velocidad punta.
Por tanto, es una moto que no es agradable de conducir a partir de la velocidad mencionada. Además, no tiene ningún tipo de protección aerodinámica de serie por lo que tampoco resultará cómodo pasar de esa velocidad.
Django 125, al detalle
- Diseño
- Agilidad
- Silencioso
- Precio
- Suspensiones
- Cierre del asiento