Además, cuenta con el sello CO2 certificado, lo cual significa que cubre toda la cadena completa, desde la cadena de suministros, pasando por los procesos de fabricación y ensamblado, hasta llegar a la fase de reciclaje, libre de CO2.
Los procesos de producción en las plantas de Leipzig (Alemania) y Moses Lake (EE.UU.) utilizan energía eléctrica limpia, obtenida gracias a plantas eólicas y centrales hidráulicas.
Este hecho convierte al i3 en el único en el mundo en ser 100% limpio, sin producir CO2 en todas las fases de su vida útil.