En esta ocasión llegamos con la prueba de la versión limitada de la Duke 790. Hemos podido probarla tanto Jesús como yo. Los dos somos moteros muy diferentes y por lo tanto tenemos opiniones distintas.
La Duke 790 va armada con el motor LC8c de KTM que cuenta con dos cilindros en paralelo, refrigeración líquida y doble árbol de levas. La versión L limitable rinde hasta 95 cv (10 menos que la no limitable) al deslimitar.
Hemos comprobado que tiene un empuje realmente bueno aún limitada que no dejará que nos aburramos durante los dos años de carnet A2. Su ligereza hace que nos lo pasemos escandalosamente bien en cualquier situación con ella. A los 169kg de la moto hay que sumarle 14L de depósito más el resto de líquidos. La moto no es gastona y no pasa de los 4L de consumo.
Cuenta con cuatro modos de conducción: sport, street, rain y track. Tenemos abs y antiwheelie desconectables. Además, tenemos abs en curva y launchcontrol. Vamos equipados también con un embrague antirebote y quickshifter.
La duke en ciudad
– Impresiones de Jesús
La 790 Duke es una moto claramente enfocada para disfrutar de las curvas. Esto hace que no tenga el mismo buen comportamiento en otro terreno como es la ciudad.
Su motor hace que no resulte tan cómodo circular por la urbe. Hay que jugar con el embrague para evitar que se nos cale y esto mismo hace que no resulte tan cómodo circular entre los coches y que resulte un tanto brusco su manejo a poca velocidad.
Hay que tener en cuenta que según el modo con el que circulemos resultará más o menos difícil manejarla. Por ejemplo, solo recomiendo poner el modo ‘sport’ para ir por carretera o autopista, en ciudad el motor va demasiado ‘suelto’ cuando circulamos a bajas vueltas y nos amenaza gran parte del tiempo con calarse. Es más recomendable ir en el modo ‘rain’ o ‘street’.
En parado y montado en ella, no resulta una moto tan pesada como parece, aunque la altura del asiento es de 825 mm (más alta comparada que otros modelos naked del mercado). Esto junto con que el asiento no es estrecho hace que no resulte fácil manejarla con los pies en el suelo.
Yo, que mido 1,80 metros, no llego a tocar con las dos plantas del pie en el suelo. Con uno de los pies tengo que utilizar la puntera si el otro pie lo apoyo por completo.
– Impresiones de Lidia
Tal y como comenta Jesús, la distancia al suelo del asiento de la Duke no me lo ha puesto nada fácil. Si bien él con su metro ochenta no planta completamente sus pies, yo con mi 1,55 me veo obligada a hacer malabares con mucha precaución para iniciar y terminar la marcha. En estos días de lluvia y con las botas mojadas me ha costado bastante poner la pata de cabra dado que no llegaba bien y la bota deslizaba por la pieza. Aún así con maña y quizá rebajando el asiento, es una moto accesible para todos.
Maña es lo que me faltó en una ocasión y caí al intentar apoyar el pie en el suelo. Al levantarla nos encontramos con la maneta partida por la parte más estrecha de ésta, y el pedal de freno trasero encajado hacia adentro. La verdad es que esto nos ha extrañado mucho y más tratándose de una moto ligera.
Dejando atrás este contratiempo, he de decir que no me ha parecido una moto brusca. Personalmente he ido a gusto con ella en ciudad. Dentro de un atasco, donde tenemos que jugar con las marchas de la moto, me ha parecido una auténtica gozada contar con el cambio semiautomático. He circulado en ciudad en modo sport y no ha sido incómodo.
De ruta con la 790
Salimos a carretera y al coger velocidad Jesús comenta: «En autopista me sorprendió gratamente que, a pesar de que no tiene ninguna protección aerodinámica, no noté mucho el viento a 120 km/h». Recordemos que no llevamos ningún tipo de cúpula ni si quiera para cubrir el cuadro de la moto.
La postura de la Duke 790 es bastante natural y gracias a ello, tras 10 horas de ruta parando tres veces no me he encontrado cansada.
En curva, la Duke 790 nos invita a balancearnos sin ningún tipo de miedo. Su ancho manillar y su poco peso nos incitan a dejarnos llevar por muy cerrada que sea la curva.
En cuanto a la frenada, la noto bastante buena. Delante tenemos un freno hidráulico con dos discos y una pinza de cuatro pistones de anclaje radial (como la bomba, también). Detrás llevamos un disco con dos pistones en la pinza. Para mí la horquilla quizá es un poco rebotona al frenar, pero tampoco me ha supuesto incomodidades.
Detalles destacables
Aún llevando el escape de serie el sonido de la 790 es contundente y nos regala sutiles petardeos al reducir y retener el motor. El depósito de la duke es estrecho cuanto más avanza hacia el asiento. En cambio su forma desde el tapón hasta la parte delantera de la moto hace que nos resguarde algo del viento las rodillas.
No contamos con asideros para el pasajero. Como ya he comentado en otras ocasiones me parece un acierto estético y más cuando la moto tiene un carácter deportivo tan marcado.
El faro de la Duke nos deja un haz de luz muy bueno. Estéticamente creo que es un frontal que o te encanta o lo odias. La pantalla del cuadro de esta ktm me ha dejado un poco indiferente. Me hubiese gustado haber dispuesto de un mayor tamaño de fuente para las indicaciones secundarias (hora, cuentakilómetros parcial, consumo…) – Lidia.
Opinión final
De la Duke 790 destaco su empuje desde todas las marchas, su buen par, aunque al probar la versión limitada el corte de inyección cuando pasamos de las 8.000 revoluciones se nota demasiado, mucho más que en otras motos que he probado limitadas.
Sin duda una moto muy divertida para los que tienen el carné A2 y quieren una moto potente que luego se puede deslimitar. Aunque mi recomendación es que si no tienes experiencia previa y solo has manejado la moto de la autoescuela antes pases por otras motos con menos par y empuje. – Jesús.
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