Corría el año 1.934 cuando Hitler decidió llenar las nuevas carreteras de Alemania, algo complicado, ya que la economía del país no ayudaba demasiado a ese propósito. A tal efecto se contactó con Ferdinand Porsche a quien se encargó producir un vehículo “para el pueblo” (Volkswagen significa eso precisamente) para que todos los alemanes de a pie pudieran disponer de un modo de transporte suficientemente cómodo, asequible y por supuesto que ayudase a la frágil economía de la nación. Decir que éste vehículo se ha fabricado en distintos países del mundo como Brasil, México, etc., donde han estado en cadena hasta el año 2003.
Pero realmente no he venido aquí a hablar de este vehículo, sino de su “hijo”, ya con marca Porsche. Estoy hablando del Porsche 356, un estilizado “speedster” que se fabricó desde 1.948 a 1.965.
Aunque no lo parezca, su base tanto mecánica como estructural es el Escarabajo. Partiendo de un motor Volkswagen de 4 cilindros boxer de 1.131 cc situado en posición central/trasera, montado sobre un bastidor de aluminio y chasis de acero tubular. Parece una potencia escasa pero unida a un peso muy contenido. Es así que cosechó numerosas victorias en competición con las debidas mejoras mecánicas, incluso en colaboración con Abarth, llamado Porsche 356B, que rebajado 135 kg se convirtió en un vehículo de deseo en el mundo de las carreras.
También es de reseñar que es de los vehículos que más se “replican” en la actualidad, al igual que los Lotus Seven y Ferraris clásicos.
Mención aparte y destacada para su predecesor, el Porsche 550 Spyder, muy conocido por su carrera deportiva tanto por sus ilustres propietarios, entre los que destaca James Dean. Este actor tuvo la genial idea de denominarlo “pequeño bastardo”, por su carácter rebelde. Dicho vehículo le llevó a la tumba, en un choque con un vehículo Ford Coupe, accidente en el que falleció en el acto. Y aquí empieza la leyenda negra, pues se desmontó para desguace y todas las piezas utilizadas han “causado” accidentes en los vehículos en los cuales se han montado. Pero bueno, eso es otra historia que narraré en su momento, porque hay infinidad de vehículos “malditos”…