No es una errata. Ese debería haber sido su denominación, pero una demanda por parte de Peugeot les llevó a tener que introducir el numero 1 en su nombre. Parece ser que la marca francesa posee tener registrado dicha numeración junto con todos los numeros de tres cifras que incluyan un cero en la cifra central.
Pero vayamos a lo importante. Fue presentado en 1.963 y ya desde el primer modelo presentó unas características que le han acompañado hasta la actualidad: motor trasero tipo boxer, tracción trasera y su característica trasera de cupé fastback. Basta decir que la única diferencia en cuanto a motores se refiere al tipo de refrigerar el motor, cambiando en el año 1.997 la refrigeración por aire por otra por agua.
Hemos visto pasar ya 7 generaciones de éste extraordinario vehículo, pero si preguntas a los aficionados, hay un modelo que es objeto de pasión entre ellos: es el modelo Turbo. Quien no recuerda ese alerón fijo (recalcar que en las últimas generaciones este apéndice aerodinámico es plegable a voluntad o según a que velocidad circulemos), siendo ésto necesario para poder colocar el intercooler, pues dentro del vano motor trasero es imposible incluirlo pues no hay espacio.
Aunque yo, la verdad, recuerdo con mayor “morriña” un “rara avis” dentro de la gama 911. Estoy hablando del modelo 959, una modificación de Porsche que tuvo que ser producida en serie durante 2 años (se produjeron 337 unidades) para poder participar en el Grupo B de la FIA. La característica más diferenciadora era su peculiar cola trasera de “ballena”, rompiendo la típica estética trasera del vehículo original. Baste recordar que fue el único deportivo capaz de plantar cara al emblemático Ferrari F-40.
Si nunca has escuchado el sonido de un Porsche en aceleración, no sabes lo que es ser un fanático de los coches deportivos, es algo especial. Escuchadlo y después me dais vuestra opinión.